miércoles, 13 de enero de 2016

Escenas pasadas y caducadas.

Mantenía la mirada al frente, fija y penetrante hacia aquella habitación.

Visualizaba esa escena en su retina, creando una imagen caducada. Él la acariciaba, con cariño, todo el cuerpo. Aquella chica parecía estar llena de magia y alegría, y se dejaba llevar. Parecía que se reía de ella, quien soportaba la escena llorando, tras el marco de la puerta, y tras sus miedos.

La cama era grande, pero ni en ella cabía todo el amor que esos dos individuos, cuerpo con cuerpo, derramaban. Mantenían las miradas, callados, porque sobraban las palabras. Se abrazaban con ternura y él besaba cada lunar, deteniéndose en su preferido y sonriendo. Aquel lunar en su ombligo, que la hacía tan sexy.

Ella desde su escondite, se levanta sutilmente la blusa. Inclina la cabeza y el lunar de su ombligo se inunda de lágrimas y de recuerdos.



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