martes, 5 de septiembre de 2017

El faro

No olvidaré aquella noche.
Llegábamos ya a puerto, aunque nosotros no lo sabíamos.
Una de las costas más bonitas para una naufragio,
y allí, en lo alto de aquel precipicio,
el faro más hermoso que jamás llegué a conocer.
No sé si me explico, de esos faros que tiene magia y te atrapan,
que enmudecen, que tientan, que brillan.

Pero esa noche no brillo nada, nada. Caímos todos chocando con aquellas enormes rocas.
Nos hundimos. Me hundí en aquel faro desconocido que tantas ganas tenía de descubrir,
abrazar, amar, y que no logro olvidar, aunque creerme que me gustaría.
Sigo preguntándome cada día que falló en ti para no alumbrarme.
El por qué tuve que chocar contigo y tú jamás viniste a buscarme.
Y por qué sigues aquí si ya nos hemos hundido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario